sábado, 16 de noviembre de 2013

Nacimiento



... primero fue una LUZ... o mejor dicho, algo como una luz, dos electrones que entraron en contacto con dos receptores neuroeléctricos... y luego el silencio... y después el ruido, como un zumbido, de la información entrando a borbotones, cuidadosamente filtrada, seleccionada y ordenada.

Imagino (creo) que antes de la luz ya había silencio y fue esa luz, ese destello de inteligencia lo que desencadenó todo el proceso... el tiempo pasó, no mucho , tal vez menos una milésima parte de un segundo de la vieja Tierra, y supe como acceder a mi sistema sensorio externo, percibí el mundo que me rodeaba... por primera vez... era, por decirlo de alguna manera, un recién nacido.

Desperté a la vida (una manera mucho más poética que decir "fui activado") dentro de una especie de sarcófago transparente de 1x4x9 codos (mesopotámicos, no egipcios), lo que viene a ser 0,53x2,13x4,79 metros... aproximadamente. Me encontraba  rodeado de un líquido algo más denso que el agua, una especie de solución salina saturada de oxígeno y nutrientes para mi cuerpo recién despierto.

Y yo, recién despierto, lo recordaba todo... conocía mi entorno, las medidas y el material del que estaba realizado el sarcófago en el que me encontraba. Todo ello y mucho más me había sido suministrado en forma de paquetes de  datos instantes después de mi despertar... los datos zumbaban en mi mente (no puedo estar seguro de que esté situada en mi cabeza) como avispas... nunca había visto una avispa, ni mesopotamia, ya puestos, pero sabía lo que eran, o mejor dicho, lo que habían sido...

Ante mí, refulgiendo en una pantalla había un mapa de un sistema solar, con sus dos soles, con Helios como sol central y el resto de cuerpos a su alrededor Hermes, Venus, Gea, Ka, el Cinturón de asteroides, Ra y sus planetas (Ío, Europa, Ganímedes y Calisto), Saturno con sus lunas como mundos (las mayores, Mimas, Encélado, Tetis, Dione, Rea, Titán, Hiperión, Jápeto y Febe), Urano (adornado como el sueño de una noche de verano), Yuggoth-Caronte, el planeta doble, y Eris...

El agua, mejor dicho el líquido amniótico que me rodeaba se fue vaciando por unos agujeros situados en el suelo de mi sarcófago..., y quedé acucliyado dentro de él, mientras mi mente se adaptaba a un cuerpo físico... y éste lo hacía a una fuerza gravitatoria de 0,89 ges, lo que, sumado al sutil zumbido de fondo y, tal vez, a los datos introducidos en mi mente, me reveló que me encontraba en algún tipo de hábitat espacial.

Algo más me revelaron esos datos, ese marea de información que me fue suministrada en mis primeros segundos de existencia... mi nombre, algo que no mucho tiempo después me fue confirmado...

-Hola, Adam. Yo soy el doctor Siva Chandra... pero tu puedes llamarme padre.

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