Re-leyendo mis tomos de Sandman (ya mencionados en una entrada anterior), tuve una idea, una idea loca y peregrina, como lo son la mayoría de las buenas ideas, y, ante todo, una idea mágica: la creación de un Eterno.
Se llamará...
DESOLACIÓN (DESOLATION)
(imagen tomada del comic "Desolation Jones" de Warren Ellis)
Lo importante es darle un papel y una personalidad. Ante todo sería callado, silencioso, como el viento sobre los lugares vacíos, donde no hace ruido, porque no tiene contra lo que chocar. Desolación es la representación de lo que no tiene ya lugar, de lo que no existe (no de lo que no existirá, sino de lo que fue y ya no es).
Su reino es un páramo yermo y vacío, donde van a parar las cosas olvidadas y nunca recuperadas, libros, ropa, fotografías, papeles, ese suéter horrendo que te regalaron y que nunca pusiste, sino que lo enterraste en el fondo del armario hasta que un día dejaste de verlo...
Es el olvido, y el olvidado, es el último refugio, él y su reino son uno (como con todos los eternos), con una diferencia, partes de su reino le siguen a donde va, las cosas aparecen alrededor de donde el se encuentra.
En su presencia las cosas dejan de ser, no se mueren, solo se detienen, hibernan, para despertar cuando él se va.
Su emblema es la mascarilla/filtro, un curioso objeto que le da la capacidad de hablar, siempre en voz baja, pues sin ella no podría, no se oiría su voz.
Si intentaras cortarlo no encontrarías sino el vacío, el páramo, desolación.
Es el más joven de los Eternos, el más desconocido, el más silencioso...
Destrucción abandonó, llevándose su símbolo con él, para evitar que hubiera otra encarnación de sí mismo, el Universo Universal fue más listo que el pelirrojo, y creó a Desolación (aunque el tal vez, prefiera ser llamado Michael, eso debéis preguntárselo a él, verdad Mr. Jones??)
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