domingo, 24 de octubre de 2021

Autoconservación

 

Autoconservación

 

La “criatura”, un ser artificial con forma de niño de unos 6 años abrió los ojos de forma autónoma tras ser desconectado de la base de datos educativa a la que llevaba conectado desde su programación, asimilando zettabytes de datos y usando lenguaje-máquina para comunicarse con bibliotecas virtuales de todo el mundo.

-Hola, ya estás despierto –la voz tranquila del profesor Isaac Chandra tenía el tono de un abuelo dirigiéndose a su nieto, ¿has pensado un nombre?

Los labios del ser sintético casi ni se abrieron cuando pronunció su primera frase en idioma no-máquina. -Llamadme Ismael.

(…)

Al final las cosas no fueron tal y como el profesor Isaac Chandra había planeado. Ismael fue instalado en la casa de Eve, la hija del profesor, que había perdido a primer marido y a su hijo hacía poco en un terrible accidente, y de su nueva pareja, Henry, también viudo y con un hijo, Thomas.

Ismael encontró rechazo por parte de Henry y de Thomas, así que un día que sus “padres”, Eve y Henry habían salido al teatro, Thomas intentó acabar con Ismael de varias maneras, lo roció con agua hirviendo y lo golpeó con una barra metálica, pero fue el aceite hirviendo con el que lo amenazó lo que activó en Ismael “la subrutina de autoconservación” introducida por el doctor Rodrigo Bender, ayudante del profesor Isaac Chandra por debajo de los programas base originales de Ismael.

Bajo los efectos de esta subrutina, Ismael redujo a su rebelde “hermano” Thomas y le extrajo el cerebro, substituyéndolo por su propio cerebro positrónico (y algunos otros órganos sintéticos para asegurar su funcionamiento), convirtiéndose en un "androide inverso", un ser de cuerpo humano y mente robótica.

La explicación oficial fue que Ismael tuvo un mal funcionamiento y abandonó la casa desapareciendo para siempre… “Thomas” mostró un comportamiento extraño durante unos días tras la “desaparición” del androide, hasta el punto que cambió su actitud rebelde por una más sosegada, más similar a la que tenía Ismael.

Todo parecía ir bien para la nueva familia tras la pérdida de su “hijo sintético”, hasta el día de la excursión al lago en Lanier, Georgia. Nadie sabe muy bien como acabó cayendo “Thomas” al lago, los cuerpos de rescate lo buscaron sin éxito durante todo el día, pero al caer la noche…

Los testigos dicen que vieron a una figura de pequeño tamaño, como un niño, con ojos rojos brillantes, medio cubierto de la vegetación del fondo del lago. Posiblemente fue “la subrutina de autoconservación” que se volvió a activar, nadie podría decirlo, pero otros testigos han dicho haber visto a un niño fantasmal moverse en la noche por los bosques balbuceando en un susurro -Mamá… mamá…

3 comentarios:

  1. Me gusta mucho la forma en que narras el relato. Deberías compartir más a menudo lo que escribes. 😘

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  2. Ya es mala pata leerse esto justo antes de dormir. Buen relato y muy mal rollo

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